Henry George, un eco¬nomist americano del siglo XIX, se cree que los impuestos deben percibirse solamente en el valor de la tierra, no en mano de obra o capital. Este "impuesto único", afirmó en su libro, el progreso y la pobreza, acabaría con la pobreza, inflación, desempleo y desigualdad. Muchos países implementar algún impuesto en valores de tierra o propiedad, aunque nunca se han aplicado plenamente impuesto único de George. Esto es principalmente debido al temor que se disminuyan los precios del suelo demasiado o desalentar los esfuerzos para mejorar la calidad (es decir, el valor económico) de la tierra. George abordar esta preocupación con el argumento de que el impuesto debe ser aplicado solamente contra el valor de la tierra "agreste". Sin duda, un impuesto de tierra tiene ventajas obvias: es simple y barato para gravar; la evasión es imposible; y penaliza a los propietarios que no ponga sus tierras para trabajar.