Uno de los dos instrumentos de la política macroeconómica; la política monetaria es patada lateral. Se compone de gasto público y Tributación y cualquier otro ingreso de gobierno o asistencia al sector privado (por ejemplo, exenciones de impuestos). Puede utilizarse para influir en el nivel de exigencia en la economía, generalmente con objetivos de conseguir desempleo tan bajo como sea posible sin que se dispare la inflación excesiva. A veces se ha desplegado para administrar la demanda a corto plazo a través de afinación, aunque desde el fin de la era keynesiana ha más a menudo ha dirigido en objetivos a largo plazo, con una política monetaria más a menudo utilizada para ajustes de corto plazo. Para un gobierno, hay dos problemas principales en el establecimiento de la política fiscal: ¿Cuál debería ser la postura general de la política, y qué forma deben tomar sus partes individuales.
Algunos economistas y legisladores piden un presupuesto equilibrado. Otros dicen que un déficit persistente (gasto superior de los ingresos público) es aceptable siempre y cuando, con arreglo a la regla de oro, el déficit es utilizado para la inversión (en infraestructura, dicen) en lugar de consumo. Sin embargo, puede haber un peligro que la inversión del sector público se traducirá en la reducción de la inversión privada más productiva. Sea cual sea la postura general en promedio en un ciclo económico, la mayoría los economistas coinciden en que la política fiscal debería ser anticíclica, con el objetivo de estabilizar automáticamente la demanda por el aumento de gasto público en relación con los ingresos cuando la economía está luchando y aumento de los impuestos en relación con el gasto hacia la parte superior del ciclo. Por ejemplo, folletos social (welfare) del estado suelen aumentan durante tiempos difíciles y fiscal arrastre aumenta los ingresos del gobierno cuando la economía está creciendo. En cuanto a los bits y piezas que componen la política fiscal, un debate es acerca de cuán alto gasto público debe estar en relación con el PIB. En los Estados Unidos y muchos países asiáticos, el gasto público es menos del 30% del PIB; en países europeos, como Alemania y Suecia, ha sido tan alta como 40-50%. Algunos estudios económicos sugieren que la reducción del gasto público en relación con el PIB resulta en mayores tasas de crecimiento, aunque esta conclusión es controvertida. Por supuesto, con los años, mucho gasto público ha sido altamente ineficiente. Otra cuestión es la forma que impuestos deben tomar, especialmente la separación entre impuestos directos e impuestos indirectos y capital, ingresos y gastos fiscales.
- Part of Speech: noun
- Industry/Domain: Economy
- Category: Economics
- Company: The Economist
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