Muchos políticos y las organizaciones no gubernamentales sostienen que el libre comercio no es suficiente; también debería ser justa. Aparentemente, la equidad es evidentemente una buena cosa. Sin embargo, para ser justos, en el comercio como en belleza, se encuentra en el ojo del espectador. Frédéric Bastiat, un humorista francés del siglo XIX, observó una vez que el sol ofrece una competencia desleal a los fabricantes de velas. Si windows podrían ser cerradas durante el día, argumentó, podrían crear más puestos de trabajo fabricación de velas. Los sindicatos americanos se quejan de que salarios más bajos de los mexicanos, dicen, les dan una ventaja injusta. Los mexicanos dicen no pueden competir justamente contra homólogos estadounidenses más productivos. Ambos lados están equivocados. Mexicanos se pagan menos que los americanos en gran medida porque son, en general, menos productivo. No hay nada injusto sobre eso; de hecho, ayuda a hacer comercio mutuamente beneficioso. Los beneficios mutuos del comercio también refutan la feria otra denuncia comerciantes que libre comercio perjudica a los países pobres. (Ver ventajas comparativas).